Los Dijes Lunares encarnan en su símbolo, todo el poder asociado a esta gran Dama. Es el cuerpo celeste más cercano a nuestro planeta, por lo que su influencia llega a todo ser vivo.
Es ideal para:
Recordarte vivir el presente de los ciclos vitales en perpetuo movimiento
Ayudarte a mantener la calma en tiempos de cambio y transformación
Conectar con la energía fecunda del crecimiento y generar acciones en esa dirección
Dar inicio o retomar el proceso hacia la concreción de tus sueños
Recordarte sin importar en qué fase te encuentres, estás completa, y que la luz y sombra son parte de nuestro ser.
La Luna Creciente, con su delicada curva, abraza el espacio negro y hueco, con la promesa de que la luz lo hará fecundo, en el crecimiento hacia el plenilunio. Es la fase óptima para formular deseos y plantar semillas.
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